Add parallel Print Page Options

26 Y después de deshecha esta mi piel,

Aun he de ver en mi carne á Dios;

27 Al cual yo tengo de ver por mí,

Y mis ojos lo verán, y no otro,

Aunque mis riñones se consuman dentro de mí.

28 Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos?

Ya que la raíz del negocio en mí se halla.

Read full chapter